Cuando el Universo conspira...

Antes me imaginaba al universo trabajando en secreto, moviendo los hilos del destino para que ciertos sucesos favorables ocurrieran repentinamente y solucionasen todos mis problemas…

Luego descubrí el verdadero significado de la palabra “conspirar” y allí por fin lo entendí. Conspirar significa “respirar con”, ósea que el universo solo podía conspirar con mi participación activa. Y es que con la respiración se integra a la existencia lo que los hindúes han llamado “Prana” y los chinos le conocen como “Chi”, una substancia que impregna todas las cosas y que es abundante e ilimitada; la energía cósmica!

La energía cósmica se transmuta en el cuerpo físico como la energía calórica que empleamos en todas las funciones biológicas incluyendo los pensamientos (energía mental) y los sentimientos (energía emocional), a pesar de que los alimentos, los abrazos, la luz solar, las plantas y mascotas, la naturaleza y el mar, el arte, la música y la poesía son fuentes de energía cósmica, es a través de la respiración que recibimos el mayor suministro.

Por medio de la respiración además se obtiene la dotación de oxigeno necesaria para “quemar” los desechos tóxicos del cuerpo que son expulsados por la expiración. De allí que la función más importante de la respiración es la “eliminación” de la toxicidad producida en el mismo organismo. Conspirar con el universo es básicamente eso; un proceso consciente de “eliminación” de todo aquello que ya no es coherente con nuestra vida, desde viejos apegos hasta obsoletos sistemas de creencias que habitan como huéspedes morosos en nuestra mente. La mente es parte del organismo y como tal, también produce toxicidad por lo que hay que limpiarla frecuentemente, Este proceso de limpieza se llama “Desprogramación”